martes, 19 de febrero de 2008
El chico del espejo II
A partir de ese día, a ella se la vio feliz por primera vez en mucho tiempo. Nadie sabía lo que había pasado, nadie sabía de la existencia de ese muchacho extranjero que la había hecho la promesa de no abandonarla...
Así pasaron los días; ella deseaba que las clases terminaran pronto porque sabía que él estaría esperándola con una sonrisa... Pero un día se encontró con que él no estaba. Se había ido. Sin ella... tal vez para siempre. No pudo evitarlo: sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Tal vez.. Tal vez sólo fue un sueño... - Susurró, y se volvió hacia el espejo; pero allí nadie le devolvió la mirada.
En ese momento rompió a llorar como nunca lo había hecho en su vida, ya que no solía llorar más de lo necesario, pero en ese momento era necesario.
***
El año siguiente lo paso vagando de la clase a su cuarto y viceversa como un alma en pena; la gente se preguntaba qué había sido de su fugaz felicidad... Lo que no sabían era que no había vuelto a ver a el chico del espejo, que ahora el espejo aparecía muerto y sombrío en su ausencia.
Pensó en cambiar de Escuela para olvidar todo lo sucedido entre aquellas paredes; en romper el espejo para que él no reapareciera con sus falsas promesas tan frágiles y de cristal como su existencia misma, de la que hasta ella dudaba; empezaba a creer de verdad que todo había sido una alucinación...
Una noche decidió poner fin a esa angustia. Regresó a su habitación, triste y llena de amargura, como todas las noches. Pero al acercarse a la puerta observó que se filtraba la luz desde el interior por la rendija de la parte inferior, y eso la desconcertó. Acercó la cara para descubrir si había algún intruso dentro, y a través de la gruesa capa de madera percibió unos ruidos leves en el interior.
Asustada, pero a la vez esperanzada, abrió la puerta de golpe, y entró.
~~~~continuará~~~~
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